El despertador suena a las 6 de la mañana y el cortisol, la hormona natural del cuerpo que “despierta”, se dispara para ayudarte a empezar el día. A la hora del desayuno, la insulina está lista para procesar los alimentos de la mañana, mientras que las hormonas de la tiroides regulan el metabolismo del cuerpo. Por la tarde, la adrenalina puede entrar en acción durante el trabajo, y a medida que se acerca la noche, la melatonina empieza a subir, preparándote para dormir. Entre bastidores de este día ordinario, innumerables hormonas gestionan no sólo tu energía y tu estado de ánimo, sino también algo vital pero que a menudo se pasa por alto: la salud de tu sangre.
Entender las hormonas
Las hormonas son potentes mensajeros químicos que viajan por el torrente sanguíneo hasta los tejidos y órganos, controlando las principales funciones corporales. Desde la reproducción y el metabolismo hasta el estado de ánimo y el crecimiento, estas diminutas moléculas influyen en la forma en que nos sentimos y funcionamos a diario.
Aunque muchas personas asocian las hormonas principalmente con las funciones reproductivas, son fundamentales para mantener numerosas funciones vitales del organismo, incluida la salud de la sangre. Hormonas como el estrógeno, la testosterona, las hormonas tiroideas y el cortisol afectan significativamente a diferentes aspectos de la sangre.
Aspectos básicos de la salud de la sangre
La sangre es algo más que un líquido rojo viscoso: es un complejo sistema compuesto por células suspendidas en plasma que transporta oxígeno y nutrientes por todo el cuerpo, regula la temperatura y elimina los productos de desecho [2]. Mantener una buena salud sanguínea es esencial para el bienestar, desde los niveles de energía hasta la función del sistema inmunológico.
Una buena salud sanguínea también implica mantener niveles adecuados de hierro, mantenerse hidratado y evitar hábitos que dañen los glóbulos rojos o dificulten la circulación. Pero hay otro factor crucial: los niveles hormonales.
La conexión hormona-sangre
La relación entre las hormonas y la salud de la sangre es compleja y polifacética. He aquí cómo afectan determinadas hormonas a distintos aspectos de la sangre:
Presión arterial y colesterol
- Estrógeno: ayuda a mantener sanos los vasos sanguíneos y los niveles de colesterol
- Testosterona: influye en la salud cardiovascular y el metabolismo de los lípidos
- Hormonas tiroideas: regulan la función cardiaca y la presión arterial
- Aldosterona: esta hormona, producida por las glándulas suprarrenales, puede hacer que el organismo retenga sodio y pierda potasio, lo que puede provocar picos de presión arterial [4]
Azúcar en sangre y coagulación
- Insulina: regula cómo las células absorben la glucosa del torrente sanguíneo
- Cortisol: puede elevar el azúcar en sangre cuando está crónicamente alto
- Estrógeno: y las fluctuaciones de progesterona afectan al riesgo de coagulación de la sangre y al volumen sanguíneo
Desequilibrios hormonales y salud de la sangre
Cuando las hormonas se desequilibran, la salud de la sangre suele resentirse. Durante la menopausia, la disminución de estrógenos puede provocar que se eleve la presión arterial. Del mismo modo, la resistencia a la insulina puede elevar los niveles de azúcar en sangre y, con el tiempo, dañar los vasos sanguíneos.
Estas alteraciones no sólo afectan al bienestar diario, sino que pueden contribuir a graves problemas de salud a largo plazo, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y diabetes.
Mantener el equilibrio hormonal para la salud de la sangre
La buena noticia es que puedes tomar medidas activas para mantener el equilibrio hormonal y, por consiguiente, la salud de tu sangre:
Opciones en la dieta
Ejercicio con regularidad
- Intenta combinar ejercicio cardiovascular y entrenamiento de fuerza para conseguir un equilibrio hormonal óptimo.
- Recuerda que el sobre entrenamiento puede afectar negativamente a las hormonas, así que escucha a tu cuerpo y permítele un descanso adecuado [3].
Manejo del estrés
- El estrés crónico puede alterar el equilibrio hormonal, principalmente a través de niveles elevados de cortisol.
- Practica técnicas de reducción del estrés como el yoga, la meditación o pasar tiempo en la naturaleza.
- Dale prioridad al sueño con 7-9 horas de descanso de calidad cada noche.
Mantener un peso saludable
Tanto la falta de peso como el sobrepeso pueden alterar el equilibrio hormonal [1]. Concéntrate en mantener un peso saludable mediante una alimentación nutritiva y ejercicio regular.
Tecnología y control
La tecnología moderna hace que controlar la salud de tu sangre sea más sencillo que nunca.
La aplicación Ruby te permite evaluar la probabilidad de padecer ferropenia o anemia ferropénica simplemente haciéndote una selfie de tus uñas. También puedes controlar tu circulación utilizando la misma tecnología. Estas herramientas pueden ser útiles para controlar los cambios relacionados con los cambios hormonales.
Las revisiones médicas periódicas, que incluyen análisis de los niveles hormonales y análisis de sangre, también pueden ayudar a detectar posibles complicaciones antes de que se conviertan en problemas graves. Recuerda que la detección y el tratamiento tempranos son fundamentales para mantener una salud óptima.
Conclusión
El cuerpo es un sistema complejo en el que las hormonas y la salud de la sangre están profundamente interconectadas, y se influyen mutuamente de innumerables maneras. Si comprendes esta relación y tomas medidas proactivas para mantener el equilibrio hormonal, también estarás protegiendo tu salud en general.
No esperes a que los síntomas te alerten de posibles problemas. Un seguimiento regular y tener hábitos saludables constantes son tu mejor defensa contra los desequilibrios hormonales y sus efectos sobre la salud de la sangre.
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Referencias
[1] Clínica Cleveland. “Hormonas”.
[2] Sanguina. "Salud de la Sangre 101."
[3] Clínica Cleveland Abu Dhabi. “Cómo afectan las hormonas a tu salud”.
[4] Cima Health. "Cómo equilibrar las hormonas de forma natural".
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