No dejes que el número de la 'mala suerte' te engañe - esta lista te ayudará a ponerte en el camino del éxito cuando se trata de cuidar la salud de tu sangre.
No se habla mucho de la hemoglobina, pero debería hacerse. Si tus niveles de hemoglobina son demasiado bajos, corres el riesgo de sufrir anemia, enfermedades renales y hepáticas, hipotiroidismo y cánceres que afectan a la médula ósea (como la leucemia).
A veces, nuestros recuentos de hemoglobina son bajos debido a un tipo genético de anemia, pero la mayoría de las personas con deficiencia de hierro pueden aumentar sus niveles realizando unos sencillos cambios en su estilo de vida. Por suerte para ti, hemos reunido las 13 mejores formas de hacerlo.
1. Come más hierro
Ésta es una de las cosas más fáciles y mejores que puedes hacer para prevenir la anemia y mejorar tus niveles de hemoglobina. Sin suficiente hierro en tu sistema, tu cuerpo no puede producir más glóbulos rojos, lo que significa menos hemoglobina. Menos hemoglobina significa que llega menos oxígeno al cuerpo, lo que puede provocar fatiga, latidos irregulares del corazón y palidez de la piel.
Éstos son algunos de nuestros alimentos favoritos ricos en hierro:
- Carne de res
- Mariscos
- Vísceras
- Ostras
- Mejillones
- Frijoles
- Tofu
- Cereales fortificados con hierro
2. Salir a la calle
A diferencia del hierro y otras vitaminas y minerales, la mayor parte de nuestra vitamina D no procede de los alimentos, sino del sol. Estamos seguros de que alguna vez has oído a un bronceador de playa decir sarcásticamente "Salgo en búsqueda de mi Vitamina D". Pues bien, resulta que nuestro cuerpo necesita vitamina D para ayudar a absorber el hierro (aunque nadie sabe muy bien por qué)
Así que, hazle un favor a tu cuerpo y sal a tomar el sol (pero no demasiado).
3. Come más vitamina C
Hay dos tipos de hierro: el hemo, que procede de productos animales como la carne y los huevos, y el no hemo, que se encuentra en los vegetales. El hierro no hemo suele ser menos biodisponible que el hemo, lo que significa que nuestro organismo no puede utilizarlo tan bien, a menos que lo consumamos con algo de vitamina C.
En esencia, la vitamina C transforma el hierro no hemo de forma que permite al organismo utilizar fácilmente el nutriente para crear más glóbulos rojos sanos.
Así que, llénate de cítricos, verduras de hojas oscuras y de tus frutas favoritas.
4. Aumenta la ingesta de ácido fólico
El hierro es uno de los nutrientes más importantes para la producción de glóbulos rojos, pero no es el único. El ácido fólico, un tipo de vitamina B, también es responsable de mantener alto el recuento de glóbulos rojos. La mayoría de los estadounidenses consumen suficiente cantidad de este nutriente, pero si después de aumentar la ingesta de hierro sigues experimentando síntomas de anemia, es posible que tengas una carencia.
Entre los alimentos ricos en ácido fólico están los frijoles, los cacahuetes, las semillas de girasol, las frutas frescas, los jugos, los cereales integrales y, si eres lo suficientemente valiente, el hígado.
5. Bebe té de ortiga
¿Qué diablos es el té de ortiga? Bueno, es un té hecho de las hojas de la planta de ortiga, y a diferencia del té negro y verde que en realidad puede disminuir tus niveles de hierro ( hablaremos de eso en un segundo), obtendrás hierro y vitamina C en esta bebida.
Esa es la buena noticia. La mala noticia es que el sabor es similar al del caldo de verduras, así que bébelo bajo tu propio riesgo.
6. Deja el café y el té... por ahora.
A todos nos gusta tomarnos una taza de café, pero es muy aconsejable no beber café ni té durante las comidas, sobre todo si nos preocupa mantener altos los niveles de hierro. Los taninos del café y el té se unen a las moléculas de hierro en el sistema digestivo y dificultan su absorción.
Espera al menos 30 minutos después de comer antes de tomar tu bebida.
7. Muévete
La ciencia ha demostrado que una mayor actividad física puede aumentar la producción de glóbulos rojos, lo que se traduce en una mejora de los niveles de hemoglobina. Eso no significa que tengas que someterte a una sesión de CrossFit de una hora de duración, sino que tal vez debas sacar a pasear al perro un par de días más a la semana.
Pero no te pases, porque...
8. No entrenes en exceso
...también se ha demostrado que un exceso de actividad física puede tener un efecto perjudicial en tus niveles de hemoglobina. Si haces demasiado ejercicio, tu cuerpo tiene una mayor demanda de glóbulos rojos, lo que los agotará y agotará tu hemoglobina rápidamente.
Escucha a tu cuerpo. Cuando necesites un día de descanso, dale un respiro. No hay nada malo en darse un atracón de Netflix.
9. Cambia al arroz integral
Una taza de arroz integral contiene casi 1 mg de hierro, frente a los 0.3 mg de la misma cantidad de arroz blanco. Puede que 1 mg no sea mucho, pero todo ayuda.
10. Deja de fumar
Fumar conlleva una serie de riesgos para la salud, y la anemia es uno de ellos. Fumar debilita el sistema inmunitario, disminuye la potencia de las vitaminas y minerales necesarios para la producción de hemoglobina y también puede dificultar que la hemoglobina cumpla su función de transportar oxígeno al organismo.
11. Come chocolate negro
No tenemos que convencerte de que lo hagas, pero por si querías otra razón para zambullirte en una tableta de chocolate, te alegrará saber que una onza de chocolate negro contiene 3.3 mg de hierro (aproximadamente el 18% de tu ingesta diaria recomendada).
12. Cuida tu salud mental
Ya hemos escrito sobre esto antes, pero una mala salud mental puede causar una mala salud física al afectar a nuestra digestión y aumentar nuestro ritmo cardíaco, dos factores que pueden hacer que bajen nuestros niveles de glóbulos rojos y hemoglobina.
13. Controla tu hemoglobina con AnemoCheck.
Es muy sencillo: Si sabes que tus niveles de hemoglobina son bajos, encontrarás la forma de mejorarlos. AnemoCheck te permite hacerlo simplemente tomándote una selfie de tus uñas, y tendrás los resultados en segundos.
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