Llevas meses tomando medicamentos con GLP-1, celebrando que día con día vas perdiendo peso y controlando el azúcar de tu sangre, y de repente notas que algo no va bien. El bajón de energía de la tarde es más fuerte de lo habitual. Subir las escaleras te deja sin aliento. Un amigo te dice que estás un poco pálido. No haces caso porque estás muy ocupado, pero estas pequeñas señales te podrían estar diciendo algo más profundo de lo que está pasando con la salud de tu sangre.
Investigaciones recientes sugieren que los agonistas del receptor GLP-1, medicamentos como Ozempic, Wegovy y Zepbound, pueden aumentar el riesgo de padecer anemia ferropénica. Dado que millones de estadounidenses utilizan actualmente estos medicamentos, nunca había sido tan importante comprender esta posible relación.
Nota importante: La investigación sobre los GLP-1 y la deficiencia de hierro aún está en fase de desarrollo, y seguimos aprendiendo sobre estos efectos. Esta información está pensada para ayudarte a mantener conversaciones informadas con tus médicos, no para sustituir el consejo médico profesional.
Anemia ferropénica
La anemia ferropénica se produce cuando el organismo no tiene suficiente hierro para producir glóbulos rojos sanos. Sin el hierro adecuado, el organismo no puede producir suficiente hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno por todo el cuerpo. Esto puede hacer que te sientas cansado, débil y sin aliento.
La anemia ferropénica es el tipo de anemia más frecuente en todo el mundo y afecta a más de 1,200 millones de personas. Las mujeres, los vegetarianos y las personas con ciertas enfermedades corren mayor riesgo de padecerla. La anemia ferropénica se desarrolla gradualmente, comenzando a menudo con una disminución de las reservas de hierro antes de progresar a una anemia generalizada.
Los síntomas incluyen fatiga, debilidad, piel pálida, uñas quebradizas, antojos inusuales de hielo o almidón y síndrome de piernas inquietas. Dado que estos síntomas pueden ser sutiles al principio, muchas personas no se dan cuenta de que están desarrollando una carencia de hierro hasta que ésta afecta significativamente a su vida cotidiana.
La revolución del GLP-1: De la diabetes al control del peso
Por qué es importante
El uso de medicamentos con GLP-1 ha aumentado drásticamente en los últimos años. Lo que comenzó como un tratamiento para la diabetes se ha convertido en un fenómeno de control de peso, con un aumento de las prescripciones de más del 300% entre 2021 y 2023. [5] Comprender todas las implicaciones para la salud de estos medicamentos ampliamente utilizados es crucial para los millones de estadounidenses que los toman.
El viaje desde el 2005 hasta hoy
Los agonistas de los receptores de GLP-1 no son totalmente nuevos: el primer medicamento de esta clase, Byetta, se aprobó para el tratamiento de la diabetes de tipo 2 en 2005. Sin embargo, hasta 2014 no se aprobó el primer agonista del GLP-1 para el control crónico de peso.
Estos medicamentos actúan imitando el GLP-1 (péptido-1 similar al glucagón), una hormona liberada de forma natural por el intestino al comer. Un «agonista» es una sustancia que activa receptores específicos del organismo; en este caso, los receptores del GLP-1. Cuando se activan, estos receptores desencadenan varias respuestas: estimulan la producción de insulina para ayudar a regular el azúcar en sangre, ralentizan el vaciado gástrico (la rapidez con la que los alimentos salen del estómago) y suprimen el apetito al tiempo que te ayudan a sentirte satisfecho.
Esta supresión del apetito conduce a una pérdida de peso significativa, pero el mismo mecanismo que reduce la ingesta de alimentos también puede contribuir a que se desarrollen algunos problemas nutricionales, como la posible falta de hierro.
La conexión del hierro: Comprender la ciencia
Cómo pueden afectar los GLP-1 a los niveles de hierro
La relación entre los medicamentos GLP-1 y la carencia de hierro implica varios mecanismos que están relacionados entre sí y que los investigadores aún están tratando de entender.
Reducción de la ingesta de alimentos: Los efectos supresores del apetito de los GLP-1 pueden reducir considerablemente la ingesta de alimentos. Si bien esto favorece la pérdida de peso, también puede significar que se consuman menos alimentos ricos en hierro. Algunas personas afirman ingerir entre un 30 y un 50% menos de alimentos que antes de empezar a tomar estos medicamentos, lo que puede afectar significativamente a la ingesta total de nutrientes.
Cambios en el vaciado gástrico: Los agonistas de los receptores de GLP-1 hacen mucho más lento el vaciado gástrico, el proceso por el que los alimentos pasan del estómago al intestino delgado. Esto hace que te sientas satisfecho rápidamente y también te ayuda a controlar la glucemia. Sin embargo, también puede retrasar y potencialmente reducir la absorción de hierro y otros nutrientes. La absorción de hierro es más efectiva en el duodeno (la primera parte del intestino delgado), y el retraso del vaciado gástrico puede interferir en este proceso.
Posibles cambios fisiológicos: Algunos estudios sugieren que los agonistas de los receptores de GLP-1 pueden influir directamente en el metabolismo del hierro, aunque aún se están investigando los mecanismos exactos.
Pruebas reales
Estos tres estudios muestran la relación entre los medicamentos GLP-1 y los niveles de hierro desde distintos ángulos:
Un estudio reciente publicado en BMJ Open Diabetes Research and Care descubrió que las personas con diabetes que tomaban agonistas del receptor GLP-1 tenían niveles de ferritina aproximadamente un 30% más bajos que las que tomaban otros medicamentos para la diabetes. [1] La ferritina es un marcador clave de las reservas de hierro en el organismo.
Otro estudio significativo publicado en JAMA Network Open comparó el riesgo de anemia entre los pacientes que tomaban agonistas del receptor de GLP-1 y los que tomaban inhibidores de SGLT-2 (otra clase de medicamentos para la diabetes). La investigación realizó un seguimiento de casi 14,000 pacientes con diabetes y enfermedad renal crónica durante un periodo medio de 2.5 años. Los pacientes que tomaban agonistas de los receptores de GLP-1 presentaban una mayor incidencia de anemia que los que tomaban inhibidores de SGLT-2 [2].
Otras investigaciones de los Institutos Nacionales de la Salud indican que los medicamentos con GLP-1 pueden estar asociados a niveles más bajos de ferritina y a un mayor riesgo de anemia, sobre todo en personas que utilizan estos medicamentos a largo plazo para controlar el peso. [3]
Factores individuales importantes
No todas las personas que toman medicamentos GLP-1 desarrollarán ferropenia, pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo:
Historial médico: Las personas con reservas bajas de hierro, antecedentes de anemia o enfermedades que afectan a la absorción del hierro (como la celiaquía o la enfermedad inflamatoria intestinal) pueden ser más vulnerables.
Factores de tratamiento: Un uso más prolongado, especialmente a dosis más altas para el control del peso, puede tener un mayor impacto en la absorción e ingesta de hierro.
Factores relacionados con el estilo de vida: Los vegetarianos, los veganos y las personas que consumen pocos alimentos ricos en hierro pueden tener un riesgo mayor.
Factores biológicos: Las mujeres, especialmente las que presentan menstruación, tienen mayores necesidades de hierro y pueden ser más propensas a sufrir deficiencia de hierro.
Cómo cuidar tu salud con GLP-1
Colabora con tu equipo médico
El paso más importante es mantener una comunicación abierta con tus médicos. Trata el tema de tus niveles de hierro antes de iniciar el tratamiento con GLP-1 y considera la posibilidad de realizar controles periódicos, sobre todo si utilizas estos medicamentos para perder peso en lugar de para controlar la diabetes.
Es posible que tu médico te recomiende hacerte análisis de sangre que incluyan un hemograma completo, hierro sérico, ferritina y capacidad total de fijación del hierro (una medida del transporte de hierro en la sangre). Si tienes síntomas como fatiga inusual, debilidad o palidez, no dudes en ponerte en contacto con tu médico.
Considera la posibilidad de trabajar con un nutriólogo titulado que entienda tanto el tratamiento con GLP-1 como la optimización de la nutrición. Como señaló un experto en nutrición, “el objetivo de estos medicamentos no es sólo perder peso, sino ayudar a las personas a hacer cambios de por vida en la nutrición y el ejercicio.”[4]
Nutrición rica en hierro
Cuando se suprime el apetito, cada bocado cuenta desde el punto de vista nutricional. Es especialmente importante dar prioridad a los alimentos ricos en hierro:
Fuentes de hierro hemo (se absorbe más fácilmente):
- Carne roja magra: 3.5 mg por ración de 3 onzas.
- Hígado de pollo: 11 mg por ración de 3 onzas.
- Sardinas: 2.9 mg por ración de 3 onzas.
- Pavo molido: 1.6 mg por ración de 3 onzas.
Fuentes de hierro no hemo (de origen vegetal):
- Lentejas: 6.6 mg por taza cocidas.
- Espinacas: 6.4 mg por taza cocidas.
- Chocolate amargo: 3.9 mg por 1 oz.
- Semillas de calabaza: 2.3 mg por 1 oz.
Consejos para mejorar: Combina el hierro no hemo con alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, los pimientos o las fresas, para potenciar su absorción. Evita tomar té o café con comidas ricas en hierro, ya que pueden inhibir la absorción.
Controla tu salud de forma proactiva
Mientras se siguen realizando investigaciones, es posible que controles tus niveles de hierro y la salud general de tu sangre. Herramientas como la tecnología Iron Score de Ruby pueden ayudar a las personas que toman medicamentos GLP-1, ofreciendo un seguimiento regular entre las visitas al médico. La aplicación también incluye funciones de control de la circulación y seguimiento de tu bienestar que pueden ayudarte a mantener un panorama completo de tu salud mientras controlas la pérdida de peso.
Conclusión
La relación entre los medicamentos GLP-1 y la ferropenia representa una importante conexión entre la medicina moderna y la ciencia de la nutrición. Si bien estos medicamentos ofrecen importantes beneficios para el control de la diabetes y la pérdida de peso, comprender su posible impacto en la salud de la sangre te permitirá tomar medidas proactivas.
Si colaboras estrechamente con tus médicos y te centras en alimentos ricos en nutrientes para controlar tus niveles de hierro, podrás alcanzar tanto tus objetivos de control de peso y mejorar tu salud en general. No esperes a que aparezcan los síntomas: un seguimiento regular y tomar decisiones de nutrición informadas son tu mejor defensa contra posibles complicaciones.
Actúa hoy mismo: Y lo que es más importante, comenta esta información con tus médicos para determinar si el control del hierro es adecuado para ti. A continuación, te invitamos a visitar nuestro blog de recetas ricas en hierro para obtener ideas de comidas deliciosas que maximizan la nutrición incluso con poco apetito, y a considerar herramientas de control como la aplicación Ruby app para realizar un seguimiento de tus niveles de hierro entre las visitas al médico. Comparte este artículo con otras personas que puedan beneficiarse de conocer esta importante relación con la salud.
Recuerda: Esta información tiene fines educativos y no debe sustituir la asesoría de un médico profesional. Consulta siempre con tu médico cualquier duda sobre stus medicamentos o el estado de tu salud.
Referencias
[1] BMC Medicine. "El uso de agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón se asocia con niveles más bajos de ferritina en sangre en personas con diabetes tipo 2 y hemocromatosis: un estudio basado en un registro nacional".
[2] JAMA Network Open. "Uso de inhibidores de SGLT2 frente a AR GLP-1 y anemia en pacientes con diabetes y ERC".
[3] Institutos Nacionales de Salud. "Agonistas del receptor GLP-1 y absorción de nutrientes".
[4] La Conversación. "Mientras Zepbound domina los titulares como nuevo fármaco contra la obesidad, un nutriólogo advierte de que la pérdida de peso no debe ser el único objetivo".
[5] Trilliant Health. "Informe 2023 Trends Shaping the Health Economy".
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