Puede sonar un poco cursi, pero es cierto: esto es lo que tienes que saber
Lo más probable es que de niño te dijeran que bebieras leche para crecer grande y fuerte, y en parte es cierto. La leche, el queso, el yogur y otros productos lácteos son benéficos para la salud, sobre todo para los huesos y el corazón.
Pero también es cierto que, a veces, los lácteos inhiben la absorción del hierro y pueden hacer que corras el riesgo de padecer anemia ferropénica. ¿Significa eso que Santa Claus tiene que buscarse otra bebida para bajar todas esas galletas?
No necesariamente, pero si eres de las personas preocupadas por sus niveles de hierro y/o hemoglobina, hay algunas cosas que debes saber.
¿Cómo influyen los lácteos en la absorción del hierro?
Es importante señalar que este artículo se centrará en los productos lácteos procedentes de la leche de vaca, ya que es lo que utilizan la mayoría de los investigadores cuando analizan los efectos de los lácteos en la absorción del hierro.
La leche de vaca contiene dos tipos de proteínas: suero y caseína, esta última es la que da a la leche de vaca su color blanco.
Algunos estudios han descubierto que la caseína a veces se une a moléculas de hierro en el organismo, lo que ralentiza su absorción y podría provocar anemia ferropénica.
¿Ésto significa que tengo que dejar de tomar leche?
La buena noticia es que no tienes que dejar de beber leche de vaca ni de comer nada elaborado con ella, aunque reducir su consumo puede ser una buena idea si corres el riesgo de padecer anemia ferropénica.
En la mayoría de los estudios sobre este tema se observó que los niveles de hierro sólo disminuían cuando las personas comían o bebían una cantidad excesiva de lácteos. ¿Qué significa "excesiva"? Bueno, eso varía de una persona a otra, pero un estudio descubrió que un vaso de leche de vaca con el desayuno, la comida y la cena no reducía drásticamente los niveles de hierro, pero, de nuevo, ese puede no ser el caso para algunas personas.
El consumo excesivo de lácteos también puede provocar daños intestinales, lo que puede dar lugar a pérdidas de sangre que disminuyan los niveles de hemoglobina y hierro.
La genética y ciertos trastornos inmunológicos pueden influir en la cantidad de lácteos que una persona puede ingerir al día. Un médico o nutriólogo podrá ayudarte a determinar si necesitas reducir tu consumo de lácteos.
También hay que tener en cuenta que la leche de vaca no es una buena fuente de hierro: una taza de leche entera sólo aporta 0.1 miligramos de hierro.
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Queremos reiterar que no es necesario eliminar la leche de vaca de tu vida. Consumida con moderación, puede aportar vitaminas y minerales vitales, sobre todo a los niños en edad de crecimiento.
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Referencias
Kibangou, I., Bouhallab, S., Henry, G. et al. Milk Proteins and Iron Absorption: Contrasting Effects of Different Caseinophosphopeptides. Pediatr Res 58, 731–734 (2005). https://doi.org/10.1203/01.PDR.0000180555.27710.46
Grinder-Pedersen L, Bukhave K, Jensen M, Højgaard L, Hansen M. Calcium from milk or calcium-fortified foods does not inhibit nonheme-iron absorption from a whole diet consumed over a 4-d period. Am J Clin Nutr. 2004;80(2):404-409. doi:10.1093/ajcn/80.2.404