Embárcate en una aventura culinaria con nuestra receta para preparar estas cortezas caseras de chocolate negro con arándanos, donde la sencillez se une a la elegancia. Esta receta está diseñada para aquellos que aprecian las cosas buenas de la vida: los ricos y atrevidos sabores del chocolate negro complementados con la vibrante ralladura de los arándanos y el sutil crujido de las nueces. Es ideal para los gourmets que se preocupan por su salud o para cualquiera que desee refinar sus opciones de tentempiés. Sigue nuestros pasos para crear un tentempié tan benéfico para tu salud como placentero para tus papilas gustativas.
Ingredientes:
- 4 onzas de chocolate negro de primera calidad (alto contenido en cacao), picado en trozos grandes
- 1 cucharadita de aceite de aguacate
- Nueces, sin sal
- Pistaches sin sal
- Arándanos secos
Modo de preparar:
- Empieza forrando una charola pequeña para hornear con papel encerado, asegurándote de que el papel sobresalga por los bordes para que sea más fácil retirarlo.
- En un tazón para microondas, derrite el chocolate negro en trozos pequeños, revolviendo con frecuencia para que se derrita uniformemente y evitar que se queme.
- Una vez derretido, incorporar el aceite de aguacate hasta conseguir una textura sedosa.
- Vierte con cuidado la mezcla de chocolate fundido en la bandeja forrada, utilizando una espátula de silicón para repartir uniformemente el chocolate.
- Mientras el chocolate aún está caliente, esparce por la superficie las nueces, los pistaches y los arándanos secos preparados, creando un armonioso equilibrio de texturas y sabores.
- A continuación, cubre la bandeja con plástico transparente y métela en el congelador durante media hora aproximadamente o hasta que el chocolate esté firme.
- Cuando esté lista, retira la corteza de chocolate de la bandeja por los bordes que sobresalen del papel encerado y pásala a una tabla de picar. Con un cuchillo afilado, divide la corteza en las porciones deseadas.
Beneficios para la salud:
Esta fácil receta de corteza de chocolate no es sólo un placer para los sentidos; es una bendición para tu cuerpo. El chocolate negro, especialmente cuando contiene un alto porcentaje de cacao, está repleto de flavonoides que favorecen la salud del corazón al mejorar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación. También contiene altos niveles de antioxidantes, que defienden contra el estrés oxidativo y refuerzan el sistema inmunológico. Si a esto le añadimos las cualidades estimulantes asociadas a los compuestos del chocolate negro que mejoran el estado de ánimo, tenemos una delicia que levanta el ánimo y favorece la salud física. Además, la fibra presente en el chocolate negro, junto con los frutos secos, ayuda a la digestión y contribuye a la sensación de saciedad, lo que hace que esta golosina sea saciante y fibrosa.
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