Deficiencia de hierro en adolecentes: Guia para padres

Iron Deficiency in Adolescents: A Parent's Guide

Sarah notó que su hija Emma, de 15 años, últimamente se sentía muy cansada, lo cual no era normal. Al principio, lo atribuyó al comportamiento típico de los adolescentes: quedarse despierta hasta muy tarde, el estrés del segundo año de secundaria o los cambios hormonales. Emma se quejaba con más frecuencia de dolores de cabeza y parecía tener dificultades para concentrarse mientras hacía su tarea.

Sin embargo, al realizar los exámenes físicos de rutina de Emma, sus análisis de sangre revelaron algo inesperado: Emma tenía deficiencia de hierro. La preocupación inicial de Sarah se convirtió rápidamente en alivio cuando el pediatra le explicó lo común que es esta situación. La deficiencia de hierro afecta hasta al 40 % de las adolescentes y mujeres jóvenes en los Estados Unidos [1]. Lo que parecía una preocupación grave era en realidad una condición fácil de controlar que millones de familias resuelven con éxito.

 

Por qué los adolescentes son especialmente vulnerables

La deficiencia de hierro es la carencia nutricional más frecuente entre los adolescentes a nivel mundial, y diversos factores contribuyen a que este grupo sea particularmente vulnerable.

El crecimiento acelerado demanda un importante aporte de hierro por parte del organismo. Durante la adolescencia, las necesidades de hierro pueden aumentar entre 1 y 3 mg al día durante los periodos de crecimiento acelerado [2]. La ingesta diaria recomendada de hierro pasa de 8 mg para los preadolescentes a 11 mg para los adolescentes varones y 15 mg para las adolescentes de entre 14 y 18 años.

La pérdida de sangre durante la menstruación hace que las adolescentes sean especialmente vulnerables. Los periodos abundantes pueden provocar una pérdida significativa de hierro cada mes, lo que, combinado con las necesidades del crecimiento, crea una tormenta perfecta para que el hierro se agote.

Los hábitos alimenticios también influyen. Muchos adolescentes adoptan rutinas de alimentación que no satisfacen sus necesidades nutricionales, como consumir con frecuencia alimentos procesados, saltarse comidas o seguir dietas restrictivas que limitan los alimentos ricos en hierro.

La buena noticia es que la deficiencia de hierro en adolescentes se puede tratar fácilmente con una orientación médica adecuada.

 

Reconocer las señales: 5 principales síntomas que los padres deben vigilar

 

Comprender los síntomas ayuda a las madres y padres a identificar cuándo su adolescente podría necesitar una evaluación médica:

 

1. Fatiga persistente

Tu adolescente se siente exhausto incluso después de dormir toda la noche o le cuesta realizar sus actividades cotidianas.

Ejemplo: Emma llegaba a casa después de la escuela y necesitaba tomar una siesta de inmediato, algo que nunca había hecho antes. Incluso los fines de semana, cuando dormía hasta tarde, seguía sintiéndose cansada.

2. Dificultad para concentrarse

Tu adolescente tiene problemas para enfocarse haciendo sus tareas escolares, sus calificaciones pueden bajar sin motivo aparente, o sus profesores te comentan que presenta problemas para prestar atención, lo cual no corresponde a su comportamiento habitual.

Ejemplo: La profesora de matemáticas de Emma comentó que parecía “despistada” en clase y tenía problemas para seguir instrucciones que normalmente serían fáciles para ella.

3. Dolores de cabeza frecuentes o persistentes
Tu adolescente siente dolores de cabeza con mayor frecuencia o se queja de molestias en la cabeza sin razones evidentes.

Ejemplo: Emma comenzó a pedir ibuprofeno varias veces a la semana, quejándose de dolores de cabeza leves que aparecían y desaparecían sin un patrón claro.

4. Piel o encías pálidas
Notas que el aspecto de la piel de tu adolescente parece tener menos brillo de lo habitual, sus encías están más claras o el interior de sus párpados se ve pálido.

Ejemplo: Sarah notó que las mejillas normalmente sonrosadas de Emma lucían apagadas desde hacía varias semanas, y al sonreír, sus encías se veían mucho más pálidas de lo habitual.

5. Falta de aliento durante las actividades
Tu adolescente se queda sin aliento con más facilidad de lo habitual durante las actividades físicas o nota que le falta el aire al realizar tareas cotidianas.

Ejemplo: Emma, quien siempre había disfrutado correr, comenzó a notar que durante los entrenamientos de fútbol se quedaba sin aliento más rápido de lo habitual y tenía que tomar más descansos que sus compañeras.

 

Manos a la obra: Una historia de éxito

Una vez que se confirmó la deficiencia de hierro de Emma, Sarah sintió alivio y con mayor control de la situación. El pediatra les explicó que, con el manejo adecuado, la mayoría de los adolescentes mejora notablemente en pocos meses.

El tratamiento de Emma fue sencillo: el médico recomendó incluir más alimentos ricos en hierro en la dieta familiar, como carnes magras, pollo, frijoles y verduras de hojas verdes. Aprendieron también que combinar estos alimentos con fuentes de vitamina C—como cítricos o pimientos—facilita la absorción del hierro en el cuerpo.

Junto con estos cambios, el doctor prescribió un suplemento de hierro suave y recomendó que le realizaran análisis de sangre de control tres meses después.

En tan solo seis semanas, Sarah notó una mejoría sorprendente: Emma recuperó su energía habitual, dejó de necesitar siestas por la tarde y volvió a mostrarse alegre. Los dolores de cabeza se volvieron poco frecuentes, y sus maestras comentaron que la notaban más concentrada. Pero lo más importante fue que Emma se sentía mucho mejor y más segura de sí misma.

 

Control del progreso con herramientas modernas

Para las familias que desean controlar su salud en relación con la ingesta de hierro, la tecnología puede proporcionar información útil entre las visitas a su médico. La aplicación Ruby ofrece una forma cómoda de controlar los niveles de hierro mediante una tecnología patentada que utiliza selfies de las uñas. Los padres y los adolescentes pueden realizar un seguimiento de sus niveles de hierro a lo largo del tiempo, lo que permite determinar la probabilidad de que sufran deficiencia de hierro.

Aunque Ruby es una herramienta útil para el bienestar que permite realizar un seguimiento de las tendencias, cualquier inquietud relacionada con la deficiencia de hierro debe consultarse siempre con un médico, que podrá realizar los análisis de sangre adecuados y proporcionar orientación médica.

 

Avanzar con confianza

La deficiencia de hierro en los adolescentes puede parecer abrumadora al principio, pero es uno de los problemas nutricionales más comunes y tratables que afectan a los adolescentes hoy en día. Con casi el 40% de las adolescentes sufriendo algún grado de deficiencia de hierro [3], familias como las de Sarah y Emma no están solas en absoluto.

La clave está en identificar el problema, realizar una evaluación médica adecuada y seguir de manera constante las recomendaciones del tratamiento. La mayoría de los adolescentes responde favorablemente a los cambios en la alimentación y, cuando es necesario, a la suplementación indicada por personal médico.

Si notas que tu adolescente presenta cansancio persistente, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza frecuentes, palidez o falta de aire, considera programar una consulta con tu médico de cabecera. Un análisis de sangre sencillo puede brindar respuestas claras y facilitar el camino para que tu hijo vuelva a sentirse bien.

Recuerda: la deficiencia de hierro es un problema frecuente, controlable y con tratamiento. Con el acompañamiento adecuado y la orientación médica necesaria, tu adolescente puede recuperar su energía, concentración y bienestar de manera integral.

 

Referencias

[1] Institutos Nacionales de Salud. La deficiencia de hierro entre las adolescentes y las mujeres jóvenes afecta hasta al 40 % en los Estados Unidos. JAMA Network, 2023.

[2] Academia Nacional de Ciencias. Ingestas dietéticas de referencia para el hierro durante los períodos de crecimiento acelerado en la adolescencia. Journal of Adolescent Health, 2024.

[3] NBC News Health. La investigación revela que la deficiencia de hierro a menudo pasa desapercibida en mujeres jóvenes y niñas. Junio de 2023.

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