El Día de Acción de Gracias es una época del año en la que uno se reúne con la familia y los amigos, da las gracias y disfruta de una comida deliciosa. Aunque el pavo asado es la estrella del espectáculo, ninguna cena de Acción de Gracias está completa sin guarniciones. La cazuela de maíz es un plato básico de Acción de Gracias fácil y delicioso que seguro que gustará a todos. Esta cremosa y sabrosa cazuela tiene el equilibrio perfecto por su dulzura y su consistencia esponjosa. Lo mejor de esta receta es que es extremadamente fácil de seguir y requiere un esfuerzo mínimo para prepararla. Así que, ¡manos a la obra!
Ingredientes:
- 1/4 taza de mantequilla sin sal
- 1 paquete de mezcla para muffins de maíz Jiffy
- 2 cucharadas de azúcar
- 2 huevos grandes
- 2/3 taza de leche entera
- 1/3 taza de nata espesa
- 2 tazas de maíz (fresco o congelado y descongelado)
- 1 lata de crema de maíz
- 3/4 cucharadita de sal kosher
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce (paprika)
- 1/4 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 2 cucharadas de cebollín en rodajas
Modo de preparar:
- Precalienta el horno a 400° F (200°c) y engrasa un molde para hornear de 2 cuartos con mantequilla derretida. En un recipiente grande, bate la mezcla Jiffy y el azúcar hasta que queden pocos grumos.
- En otro recipiente mediano o en un vaso medidor grande, bate los huevos, la leche, la nata y la mantequilla derretida. Añade la mezcla de huevo a los ingredientes secos y remueve hasta que se mezclen. A continuación, añade el maíz (tanto el maíz fresco o congelado como la crema de maíz), la sal, paprika y la pimienta.
- Vierte la mezcla de maíz en el molde preparado. Hornea hasta que esté cuajado y la parte superior dorada, lo que tardará entre 45 y 50 minutos. Una vez hecho, cubrir con cebollín y dejar enfriar un poco antes de servir.
Esta cazuela de maíz no sólo es una deliciosa adición a tu comida de Acción de Gracias, sino que también es muy fácil de hacer. Sólo se tarda unos minutos en preparar, y luego puedes dejar que el horno haga todo el trabajo mientras te centras en otros platos. Además, es una forma estupenda de aprovechar el maíz que te sobre. Si te sientes aventurero, puedes probar a darle tu propio toque a la receta. Por ejemplo, puedes añadir unos trozos de chile jalapeño para darle un toque picante o un poco de tocino crujiente para darle un sabor ahumado.
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